Llámese plebiscito o referendo

Por: Camilo Reyes.

Como muchos hemos podido notar en los últimos meses, Colombia ha entrado en una etapa decisiva con la cual no solo se busca poner fin al conflicto armado que el país ha visto durante más de 50 años, sino también buscar los mecanismos legales necesarios en los cuales sea la ciudadanía quien le dé por consulta popular (Llámese plebiscito o referendo) un SI o NO a las negociaciones que el gobierno está llevando en Cuba con las FARC, y refrendar los acuerdos finales a los cuales lleguen las partes para ponerle fin a la barbarie violenta de esta nación.

Para entender la necesidad de participar de forma democrática en la refrendación de los acuerdos de paz por voto popular, vale la pena revisar un poco la normativa que la carta magna colombiana reglamenta en su artículo 103, diciendo: ‘’Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria de mandato’’. Tomando en cuenta lo establecido por la constitución, Colombia posee una magnitud de mecanismos de participación política y democrática con las que no hay excusa para que el país se movilice en favor de las iniciativas ciudadanas que ayuden a dar ciertos avances significativos en torno al llamado de paz que hoy estamos evidenciando en el panorama político y social del país.

Hace muy pocos días, el Congreso de la República le dio vía libre a las entidades electorales del país para que estudien la validez, y el sustento económico con el cual el gobierno y las partes que apoyan el proceso de paz en La Habana, convoquen a los colombianos a que den su opinión sobre los acuerdos por medio del plebiscito después de centenares de debates y opiniones de analistas sobre cuál debería ser el mecanismo que Juan Manuel Santos y su administración gubernamental tendrían que implementar para que fuesen los mismos colombianos quienes tomen la última decisión sobre la etapa final de las negociaciones de paz con las FARC en Cuba… (Territorio de Primer Mundo).

Colombia ya tiene en sus manos todos los mecanismos necesarios para defender su opinión ciudadana acerca del proceso de paz, no importa de qué manera sea la forma de refrendar los acuerdos. Llámese plebiscito o referendo, hay que votar por la paz, no solo para ponerle fin a los 51 años de conflicto armado que tantos muertos y demás víctimas ha dejado, sino porque tenemos un deber moral con la futura generación de jóvenes patriotas que tomarán las riendas políticas del país.

Para esa nueva generación, hay que darles a entender que el único camino de reconciliación contra todos los males sociales que nuestros pasados han padecido se pueden solucionar de una manera muy sencilla, desde el respeto y la verdad, hasta llegar a un fin concreto, como el que las FARC y el gobierno quieren llegar en este proceso de negociaciones... El fin de La PAZ!